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Hace 2000 años, Jesucristo resucitó de entre los muertos. La mayoría de la gente sabe que murió en una cruz y que resucitó al tercer día, pero no entienden ni valoran lo que realmente significa y por qué es tan importante. Verán, Dios es Santo y Perfecto, Él no puede tener nada que ver con el pecado. TODOS nos hemos descarriado como ovejas, TODOS hemos pecado y estamos destituidos de Su Gloria. TODOS hemos quebrantado Sus leyes perfectas y merecemos ir al infierno. Ninguno de nosotros es "bueno", ni siquiera uno. Todos hemos mentido, robado, codiciado, usado Su nombre en vano y deshonrado a nuestros padres de una forma o otra. TODOS hemos quebrantado los 10 mandamientos. Y por lo tanto, somos culpables y merecemos Su justo castigo por nuestros pecados como cualquier otro criminal culpable ante un juez justo. PERO Dios, siendo rico en misericordia, envió a Su Hijo Unigénito para ser nuestro sustituto, para vivir la vida perfecta que tú y yo nunca podríamos vivir. Él guardó los 10 mandamientos perfectamente, Él fue el Cordero de Dios sin pecado y sin mancha que sirvió como sacrificio y pago por nuestros pecados. Él sufrió la ira de Dios por nosotros en esa cruz hace 2000 años. Murió en nuestro lugar. Él voluntariamente dio Su vida para que podamos vivir con Dios el Padre por la eternidad y tener una relación con Él. Mi querida familia, por favor, les ruego, piensen en esto, porque de esto depende su eternidad. No lo dejen para después, no saben cuándo será tu último día o el de un ser querido, y después de la muerte viene el juicio. ¡Hoy es el día de la salvación! ¡Hoy, abre tus ojos para ver esta verdad y abre tus oídos para escuchar las buenas nuevas! Se humilde y comprende que TÚ quebraste la ley PERO Jesús pagó la multa. Por lo tanto, Dios puede declararte inocente porque Su hijo tomó tu lugar en esa cruz. Por lo tanto, ¿qué debes hacer para ser salvo? Debes arrepentirte y poner tu fe sólo en Él, en Su vida perfecta, Su muerte, sepultura y Su resurrección. Hoy, corre a Dios, busca Su perdón y apártate de tus pecados. Pídele que te dé un corazón nuevo, que te quite el corazón de piedra y te dé un corazón de carne. Para que améis lo que Él ama y odiéis lo que Él odia. Si Él salvó a un pecador miserable y malvado como yo, Él es más que capaz y está dispuesto a salvarte a ti también. Todo lo que tienes que hacer es humillarte y buscar Su perdón. Él no te rechazará. Los amo y espero que al menos puedan pensar en lo que estoy compartiendo con ustedes. Estoy orando por ustedes y por sus familias. Dios les bendiga!